
A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle.”
El principito
Ohhh!!! Creeras que hasta ahora que lo leo aqui me doy cuenta??
ResponderEliminarQue mal andoooo!!! pero te aseguro que no soy la unica... Crecemos biologicamente y nos decimos que tenemos que madurar, lo malo es que no entendemos que eso no implica dejar de ser nobles y simples como cuando se era niño...
Ufff!!! Que adultos tan icoherentes solemos ser!!! =S
Apapachos Principe!!! =D